La Colección Entomológica de la Universidad del Quindío nació en 2004 a partir de un semillero de estudiantes que trabajaban con insectos acuáticos. Los biólogos en formación recolectaban especímenes en la Montaña del ocaso, reserva quindiana a cargo de la universidad.

Cuando la institución decidió respaldar la creación de una colección entomológica, esta no tenía un lugar apropiado ni los insumos necesarios para funcionar de manera correcta. Durante algunos años se ubicó en un mueble dentro del herbario, y los estudiantes debían fabricar sus propias cajas entomológicas con cartón piedra.

Además, no había un profesor oficialmente encargado, y cuando quien dirigía el semillero se fue, la colección quedó huérfana durante un tiempo. Por fortuna, Andrea Lorena García, la actual curadora, se encargó de cuidarla en calidad de estudiante voluntaria. En 2007 se contrató un entomólogo, y a partir de sus clases hubo más colectas y la colección pudo crecer en número de especímenes.

Desde 2013, cuando Lorena volvió tras sus estudios de maestría, la colección está mucho más organizada y en proceso de sistematización. Ya cuentan con un compactador y las cajas adecuadas, además de un espacio mucho más apto para la conservación de los ejemplares.